Un auto blindado sí protege contra el secuestro

El secuestro en México

Anualmente se registran casi cuatro mil secuestros al año en México, sin contar a los secuestros exprés. Aunque están presentes en todo el país, los estados más afectados son Tamaulipas, Michoacán y Morelos. El lugar común en donde se realizan es en la calle, cuando las víctimas están circulando en su auto o al subir y bajar de él. Se llevan a cabo intimidando a las personas con armas de fuego y obligándolas a salir de su automóvil o camioneta y subir al de los secuestradores. Antes de disparar es común que rompan la ventanilla del auto y abran la puerta por la fuerza para arrastrar a la víctima al exterior.

¿Cómo protege contra un secuestro?

Las siguientes son las diversas funciones que puede cumplir un vehículo blindado frente a un intento de secuestro.

• El vehículo blindado es un elemento de PROTECCIÓN contra secuestros

  Un vehículo blindado es un elemento de protección altamente efectivo contra secuestros, primero porque el arma de fuego deja de ser un elemento de amenaza real (si el vehículo tiene un nivel de blindaje adecuado) y después porque el vidrio no puede romperse con un cachazo o un golpe de mano.

• Un vehículo blindado es un elemento de DISUASIÓN frente a un secuestro

  El vehículo blindado es también una herramienta de disuasión, gracias a que el conductor puede accionar la alarma y las luces estroboscópicas, que hacen que la gente alrededor fije su atención en el delito, con lo que expone de mayor manera a los delincuentes. Además, si cuenta con un dispositivo de seguimiento GPS, la alarma también dispara el sistema de rastreo.

  Estos elementos han probado ser altamente efectivos una y otra vez, según las experiencias que nos han compartido nuestros clientes, dado que ante el ruido y la notoriedad que genera el vehículo, los secuestradores entran en pánico y prefieren abortar su misión, dándose a la fuga.

• Un vehículo blindado es un elemento de ESCAPE frente a un secuestro

  Finalmente, un vehículo blindado es también un medio de escape, ello en virtud del gas irritante (gas pimienta) que lanza alrededor de su perímetro, incapacitando efectivamente a los agresores y abriendo espacios para darse a la fuga. Es poco común que los agresores sigan a la víctima de un intento de secuestro frustrado por poco más de unas cuadras, si es que llegan a seguirla.

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